A menudo los padres
olvidamos que nuestros hijos son otra persona, no son nuestra prolongación, no
son un espejo, no son el alivio a nuestras frustraciones. Aunque parece
inherente a la condición humana buscar algo en lo que moldear nuestros deseos y
suavizar nuestros defectos, ya que no somos capaces de hacerlo en el original;
también tenemos el entendimiento para comprender que esto a nada conduce.
“Nosotros
deberíamos aclararle a la mayoría que el éxito es
una excepción. Los seres humanos de vez en cuando triunfan. Pero habitualmente
desarrollan, combaten, se esfuerzan, y ganan de vez en cuando. Muy de vez en
cuando.”
―Marcelo Bielsa –
―Marcelo Bielsa –
Muy importante es
entender que no siempre nuestra idea de éxito o triunfo, se corresponde con los
valores de otra persona, mucho menos con los de un joven , adolescente o niño.
Cada persona debe encontrar su camino y su ideal de triunfo, los padres deberán
encauzar y animar, premiar y favorecer este camino, pero no imponer o
condicionar.
“He
aprendido que el mundo quiere vivir en la cima de la montaña, sin saber que la
verdadera felicidad está en la forma de subir
la escarpada”
―Gabriel García Márquez
―Gabriel García Márquez
Al igual que en el viaje a Itaca, la mayoría de veces el triunfo no reside en alcanzar el podio, sino en el trayecto recorrido en el intento, en todo aquello que nuestros hijos van recogiendo cuando intentan llegar a lo alto, amigos, valores, experiencias, sacrificio, honestidad, respeto al adversario, conocimiento de las propias limitaciones, etc.
Intentemos que el viaje
sea alentador, gratificante, y sobre todo, que sea SU viaje.
John Doe
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